Querida amiga y compañera,
Volví de vacaciones el lunes pasado y al pasar junto a tu sitio habitual no te vi, pregunté a tus compañeros más cercanos y me informaron que estabas en estado crítico, que estaban intentando hacer todo lo posible por recuperarte, pero conociéndote como yo te conozco sabía que ibas a luchar hasta el final.
Desafortunadamente no ha sido así y ahora estoy aquí escribiendo esto sólo para ti.
Sólo unas líneas que creo después de tanto tiempo juntas, te mereces. Hemos compartido tanto, hemos compartido cafés, bebidas carbonatadas, zumos y por supuesto cigarrillos esperando hasta la desesperanza que todo se arreglase, que volviese la luz de esa oscuridad que compartíamos. Creo que te debo una despedida como el Santo Creador manda.
Contigo he aprendido a tener paciencia, a disfrutar de los parones, del tiempo perdido, a dar saltos de alegría cuando aparecía un texto nuevo que leer, a llorar hasta ponerme enferma junto a ti, a gritar de desesperanza.
He visto como vertías lágrimas de tinta, cómo te vapuleaban a ti por el error cometido por otro y tú siempre al pié del cañón, siempre dispuesta a dar lo mejor de ti después de jornadas interminables de trabajo, de tu trabajo siempre limpio e impecable. Siempre dispuesta a ayudas, a poner la maquinaria en funcionamiento fuese la hora que fuese.
Contigo he compartido cambios, muchos cambios, he visto como te sometían a operaciones presumo que dolorosísimas, como te recomponían una vez tras otra. He visto como la gente te daba palmaditas de aliento y he visto a otros incluso reprocharte constantemente tus achaques. He visto eso y en algunas ocasiones incluso me he visto a mi repitiendo esas mismas actitudes, sé que estaba mal, y sé, me consta que no me lo tenías en cuenta, porque a pesar de todo eso, siempre has permanecido a mi lado.
Éramos compañera, éramos algo más que compañeras, éramos amigas. Contigo he compartido información que no he podido compartir con nadie más, compartíamos despacho, compartíamos incluso casi la mesa, nos hemos enfrentado juntas a múltiples mudanzas, cambios de sitio en el curro y tú siempre has estado junto a mí. En esta tu última etapa antes de dejarnos, estábamos más distanciadas, casi no te veía, pero sabía, que para cuando te necesitara allí estabas, siempre dispuesta a dar lo mejor de ti.
Han sido muchos años los que hemos disfrutado con aquello que pasaba por nuestra manos, ambas bien sabedoras de lo que es un trabajo bien hecho. Te has ido y ya no volverás, ya no volverás nunca, ya no han podido continuar reviviéndote y poniendo parches pero lo has intentado hasta el final, y al final no recuperaste ni el ánimo ni las fuerzas por continuar.
Por todo lo cual no quiero terminar sin decir que te echaré mucho de menos, mi querida amiga y compañera HP DeskJet 690C
RIP
JAJAJAJAJ buenísimo!!! ya estaba yo angustiada leyéndote y todo. Pues nada maja a pedir otra al departamento de Compras Muahahahahaha....
ResponderEliminarAlgo voy a tener que hacer, sí....
EliminarUn beso
Joder... casi me pongo a llorar y todo. Muy bueno!!!
ResponderEliminarSaludos!
yapagalaluz.blogspot.com
Bienvenida o "o"!!! me paso por tu blog a cotorrear.
EliminarUn saludo,
...pues yo de ti, y en modo de homenaje, vertía sobre tu cobriza cabellera el resto de su cartucho de color negro y tintaba así la pena, por la pérdida de esa fiel compañera...
ResponderEliminarEsa impresora era fuerte, de las de antes...ruda, de campo...bueno no, de oficina...las de ahora no aguantan nada y son unas remilgadas, tiene mucho máster en impresión y están doctoradas en escaneo y fotocopia ligera, pero ganas de trabajar, poquicas...
Descanse en paz tu Deskjet.
Tu lo has dicho, no volveré a tener jamás de los jamases una compañera tan fiel como mi Deskjet. Ya no me queda otra que hacer un casting con las remilgadas, para ver a quien elijo como nueva compañera.
EliminarUn besazo
Es cierto lo que dice Yolandica. Ya no encontrarás una como ella. Un beso.
ResponderEliminarEfectivamente Susana, ya no se fabrican cosas como las de antes. Ahora como dice mi madre, es todo de "plástico del malo que no aguanta el trote”. Y la verdad sea dicha, mi Deskjet ha aguantado mucho trote y galope, galope, galope...
EliminarUn beso
Que susto me has dado mona!!!!! Efectivamente, los cambios de material son una cochinada... La echaras de menos seguro!!!! Un besazo
ResponderEliminarY qué razón tienes, pensar en el cambio, me eriza la Wifi…..
EliminarUn besazo
Esto no se hace, MALA!!!, con el nudo en el estómago todo el post, más hoy que estoy nerviosa por el primer día de cole de Tenedor.
ResponderEliminarEn fin, enhorabuena, me ha encantado, y aunque nunca podrás sustituirla, seguro que encuentras otra fiel compañera!!
Besines
Reconozco que ha sido una pequeña maldad, jejeje. Me alegro que te gustase, esa era la intención... como siempre entretener y dar un toque de humor a la vida.
ResponderEliminarYa me vas contando que tal Tenedor en "el cole de mayores".
Un besazo
A mi lado tengo a una prima hermana de la finada se llama HP DeskJet D4360 y me dice que te transmita su dolor y que te acompaña en el sentimiento ya que va viendo llegar el final de sus dias sin un mal cartucho de color que echarse al cuerpo.
ResponderEliminarjejejejejeje. Muaks
Si es que los cartuchos vintage están a precio de pan de oro....
EliminarUn beso
Un merecidísimo homenaje, sin duda. La compañera que desempeña el mismo cargo en mi trabajo hace meses que se nos muere de inanición. Nadie la alimenta y la pobre, como pasa mucho hambre, no puede realizar correctamente su trabajo. Una pena... Besotes!!!
ResponderEliminarInanición???? si sólo comen pasta (de papel). Que mala gente, cualquiera diría que hay que poner en la bandeja caviar Iraní.
EliminarUn besazo
Bueno, me refería más bien al líquido elemento, tal vez debería haber utilizado la expresión "deshidratación" más que "inanición". Besos.
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