jueves, 8 de septiembre de 2011

La cena de los idiotas

Todo apuntaba a que iba a ser una gran noche. Cena en casa de unos amigos con motivo del cumpleaños de amiga y todos nosotros sin niños, buena compañía, ricas viandas y mejores bebedizos.

Llegamos a casa de ellos sobre las nueve y media de la noche, ya estaban casi todos los invitados, los rezagados no tardaron en llegar. Como es de rigor en toda “cenamiguil” que se precie, antes de sentarnos a la mesa nos quedamos en la cocina tomando un vinito (dos botellas cayeron en ese momento) mientras se terminaban de ultimar algunos detalles, léase, sacar las viandas ya listas de la nevera, terminar de montar  mesa, cubiertos, copas, etc… lo normal. En el comedor habían dispuesto dos mesas grandes, éramos once personas y teníamos que repartirnos entre las dos mesas. Tras cascarnos las dos botellas de clarete, creo recordar y como de forma natural y sin ningún tipo de premeditación, alevosía y nocturnidad (creo) nos fuimos sentando en ambas mesas. De forma curiosa (o no) nos dispusimos mujeres en una mesa, hombres en otra.

Todo marchaba de maravilla, ellos a sus historias de fútbol y pechotes  (imaginábamos por lo que vitoreaban y la alegre algarabía que se percibía en su mesa) y nosotras a las nuestras, básicamente despelleje de ellos (sin acritud). De cuando en cuando veíamos pasar junto a nuestra mesa al marido de la anfitriona que se dirigía a la cocina y volvía con una botella en la mano, se sentaba y continuaban con sus vítores y su algarabía.

La cena espectacular, un pastes de salmón que apuntito estuvimos de hacerle la “ola” a la anfitriona (nosotras), ellos ….  continuaban con sus vítores y algarabía. Todo estaba bueno no, buenísimo, la anfitriona es reconocida por todos como una gran cocinera (ellos a sus vítores y algarabía).

Todo estaba saliendo a la perfección, nos reímos hasta las lágrimas (ellos continuaban con sus vítores y algarabía), estaba claro que nosotras y ellos estábamos en ligas diferentes…. Nos moríamos de la risa con la cuñada de la anfitriona que para respetar las identidades asignaré el apodo de la Single (está casada… pero vamos… como quien tiene un tío en Cuenca, que ni tiene tío… ni tiene naaa). Una tía estupenda divertida, ocurrente, vamos.. una tía con la que te apetece estar en este tipo de saraos.

A punto estuvimos de morir de la risa cuando la hermana de la anfitriona a la que asignaré el apodo de “la mujer del Príncipe de Beckelar" por aquello de llevar el mismo estilismo en el pelo, empezó a contarnos el momento en el que esa misma tarde aparecieron en su casa PapáMapache para dejar a dormir allí a la linda PequeMapache que se quedaba allí haciendo fiesta de pijama con las otras nenas que con motivo de la cena habían sido “colocadas” allí para esa noche.

La mujer del Príncipe de Beckelar (a partir de este momento MPB), se dispuso a contarnos de forma pormenorizada, como aparece el padre de la criatura (PequeMapache) con una trolley y tras el saludo inicial dice - ¿donde preparo las cosas? -

MPB con cara de pez, la madre de esta que mira a PapáMapache y después a su hija (MPB), ambas con ojiplatos sin saber que decir, momento tenso. MBA nos contaba que en ese momento lo que se le paso por la cabeza es que se habían enterado mal y que la niña no se quedaba una noche, sino todo el fin de semana….

PapáMapache acompáñame, ella le va guiando escaleras arriba de su casa y le dice  - las niñas van a dormir aquí -. PapáMamache que mira la cama y dice - ni de coña, PequeMapache no duerme en esa cama ni locos, de esa cama se cae y se mata – (cama alta de esas de 2 metros con sitio debajo en el que un adulto puede estar de pie sin rozar con la cabeza).

Pues…. (ahí salió al paso la madre de MPB) que rauda y veloz dijo ….

Tranquilos, las otras dos niñas que duerman en esa cama y PequeMapache que duerma en la cama-nido que también había en la habitación que hacía las veces de sillón.

PapáMapache que se pone a sacar cosas de la trolley. Aquello parecía la bolsa de Mary Poppins, pijama, bata, zapatillas, la botica de la abuela (con la abuela incluida) porque PequeMapache estaba con otitis, rinitis, y alguna que otra titi´s más, la lamparita del miedo (esto dio mucho juego y chanza a nuestra conversación), un orinal (jajaja) y un brik de leche Polesa semidesnatada.

MPB no daba crédito…

Un orinal?

Sí, como no conoce la casa y esto es tan grande, no sea que le entren ganas en mitad de la noche y no sepa cómo llegar al WC

Ah vale… y el brik (con tonito)? Oye que yo tengo dos hijos y de verdad que tengo leche….

Yaaaa ya… pero como está (en referencia a PequeMapache) se toma uno en mitad de la noche, no sea que el diablo enrede y en ese momento no lo tengas a mano, chica.. yo que sé.. lo ha metido MaMaMapache …

Yo daba dinero por ver la cara de MPB y su madre con el despliegue de PapáMapache, pero en fin… solo lo sé de oídas…

MPB estaba en la cena contándonos ese momentazzzo orinal y brik y nosotras estábamos rozando la histeria, lloras, te ríes, moqueas… vamos un monumento a Santa Tena Lady ….

Ellos continúan con sus vítores y algarabía…..

Entre risas y más risas MPB que le echaba en cara a MaMaMapache el tema brik, que si que se pensaba ella… que si no bebían leche en esa casa… que si tal… jajajaja (era imposible parar de reír con la situación)

Ellos continúan con sus vítores  y algarabía…..

En esto que la anfitriona saca el postre y un roscón de reyes (estábamos en medio de fiestas navideñas).

Ellos continúan con sus vítores y algarabía….

El marido de la anfitriona le vemos pasar con cierta dificultad camino de un mueble y saca una botella de Tequila, se vuelve a sentar….

Cada vez se oyen menos vítores y algarabía….

Terminamos el postre y gran parte de roscón.

De fondo en la mesa de ellos se oye un ligero murmullo….

Nosotras a nuestro rollo, nos servimos un copazo y continuamos con nuestra juerga particular

No se les oye…..

De repente una de nosotras mira hacia la mesa de ellos y nos los encontramos muy muy callados. Describiré espero que con acierto el panorama que nos encontramos.

PapáMapache hablando a sus compañeros de mesa (este habla incluso debajo del agua como un Bob Esponja cualquiera), el Príncipe de Beckelar, con cara más o menos … (no sé cómo calificarla, seria pero con risa contenida), un amigo de la anfitriona al cual apodamos desde el primer momento como “tomatito” porque el chico tenía la cara de un rojo incandescente, con una sonrisa encajada que no entendíamos muy bien y con la cara de un rojo chillón que asustaba. El marido de la anfitriona que no paraba de levantarse de la mesa y darse paseos. El Sensei con un codo apoyado en la mesa sujetándose el mentón con el dedo pulgar y el índice en la sien (como pensando). Otro amigo de la anfitriona al cual apodaremos el media-leche (porque es delgado y fino, fino como una radiografía) que estaba empezando a tomar un color así como amarillo….

En pleno descojone por nuestra parte viendo el cuadro de dolor que formaban los cinco, hacemos una pregunta al aire…

Peroooo que os pasa?

Naffda, que hemoff estaffo juffando al pofffker y nofff apoffftabamofff chupiffftos (acertó a decir el marido de la anfitriona)

Pero que os habéis bebido?

Naffda, lo de anntefff de la fffena, el barrilitofff de 5 litroffff de Heineken (no sé cómo fue capaz de decir esa palabra tan claramente) una fffotella de JB (realmente era una de otra marca pero creo en un momento de lucidez decidió que decir Whisky o Jack Daniel's era muy complicado, así pues abrevio) ahhh y cuafffdo fffe acafffo empefffamofff con fffuna de ffffffequilla.

La madre que os pario, pero estáis idiotas, pero como hacéis semejante gilipollez, parecéis quinceañeros de botellón.

Efffque queriamoffff vefff fffi eramofffff capaceffff de tumbfffar a PapáMapache (esto no lo remarco porque obviamente no se llama así). Jodefff y nooo hay maneffffa.

Intervención de MaMaMapache ….

¿Pero estáis tontos? ¿cómo se os ocurre?, a ese no te tumba ni un camión de la Mahou

Yafff yafff nofff damoffff cuenffffta

El Medio-leche se levanta se marcha al cuarto de baño y se empieza a oír como sale de su cuerpo en desfile.. la cena, el postre, el roscón, y los “n” litros de alcohol que llevaba en el cuerpo. Tras cerca de media hora en uno de los baños, servidora empieza a observar como al Sensei se le ha ido escurriendo la cara entre los dedos y ya tiene toda la mano sujetándose la cabeza en posición ladeada… y con unos ojitos que yo que le conozco me dicen a gritos (TENGO UN PEDAL QUE NO ME TENGO).

Comento con las chicas, el Sensei tiene un pedo como Alfredo.

Tomatito parece no estar afectado por el virus de la idiotez pero continua poniéndose rojo como para servir de Gálibo en un túnel. El marido de la anfitriona que no para de moverse, entra en el salón, sale, se va a la cocina, a todo esto PaPáMapache que también está ya de pie le acompaña en el peregrinar.

La anfitriona que en principio y viendo el tono amarillento (salvo tomatito) que todos estaban adquiriendo, empezaba a pensar que algo de la cena les había sentado mal, se sosiega cuando pasa de la preocupación por la comida al pedal monumental que llevaban todos.

Sensei ya ha perdido mano y esta con los brazos cruzados sobre la mesa con la cabeza apoyada sobre ellos. Pienso [Madreé que pedal lleva este].

El Príncipe de Beckelar que cada vez está más amarillo.

El Sensei que cada vez más pasa de estar sentado a medio tumbado sobre la mesa. Tomatito a su lado mirándole con cara de .. que te pasaaaaa estasssss malitoooooo.

PaPáMapache y el marido de la anfitriona que deambulan por la casa. El del cuarto de baño que sale y le llevamos (literal) hasta una habitación, le acostamos y le entregamos una papelera.

El Sensei sin levantarse de la mesa, de repente levanta la cabeza, coge un plato de los que aun quedaban en la mesa (de postre), y vomita todo lo grande que es.

El Príncipe de Beckelar, que cada vez estaba más amarillo sale para otro cuarto de baño y se encierra. MPB que sale tras el.. pero no te encierres atontaaaaao

Las chicas que salen corriendo del comedor como pollos sin cabeza al ver la escena del Sensei sobre la mesa. Yo que salgo con cierta prisa a buscar un cubo, solo encontré el de la fregona era rosa para más señas. Las cabronas que no tienen otro nombre mis amigas… sin parar de correr diciendo

Que assssssssssco, en el mantel bueno de hiloooooooooooo y aparece la Single con cámara en mano para inmortalizar el momento.

Yo con una mano sujetando el cubo con la cabeza del Sensei prácticamente dentro, y la otra puesta en jarras como para contar un chotis. Las cabronas (las llamare así al grupo de féminas de esa situación), que decían, que ascopppp, la anfitriona que decía la pobre en voz alta.

A mí esto no me ha pasado nunca.

La Single cámara en mano haciendo fotos al Sensei desde todos los ángulos, MaMaMapache que coge una manta de una de las habitaciones (roja para más señas) y se la pone por los hombros al Sensei no sea que además de borracho pille un catarro. La Single que suelta la cámara y le pone en la cabeza al Sensei la corona que entró en el roscón de reyes.

Yo con el puto cubo rosa, el Sensei que parecía con la manta roja y la corona la sota de bastos, las cabronas que se hicieron fuerte en la cocina y no me dejaban entrar con el puto cubo rosa a limpiarlo e intentar limpiar el mantel bueno de hilo. Lo hice en la bañera…..

El Príncipe de Beckelar, que seguía encerrado en el baño y MPB aporreaba la puerta ya con cierta intranquilidad. El medio-leche que se parapeta en otro de los cuartos de baño y cuando sale  vuelve a la cama.

Con más descojone que enfado (eso lo deje para el día siguiente) consigo ayudar al Sensei a ir a una habitación, por el pasillo iba andando como Neil Armstrong, perdía pie y gravedad a cada paso que daba.

Le dejamos sobre la cama de la hija de los anfitriones tapadito con la manta roja.. no sea que nos coja frio ...

La señora del tomatito y el tomatito en ese momento deciden abandonar el fiestón y se marchan a casa (conduciendo ella of course)

El marido de la anfitriona y PaPáMapache que continúan como peregrinos sin saber dónde parar.

Con ellos desperdigados por las diferentes habitaciones, nosotras nos sentamos, nos relajamos (ya sabíamos que no era nada de la comida), y empezamos a descojonarnos de la situación que allí se estaba dando.

La madre que les pario, si parecen quinceañeros, en qué coño estaban pensando estos, hay que joderse para la próxima vez no se sientan juntos ni de coña. Y todo para ver si tumbaban a PaPáMapache que además el cabrón está fresco como una rosa.

Yo no me tomé esa última copa, era más que consciente que el coche lo tenía que llevar yo, al menos para volverme yo a casa, tenía claro que si el Sensei no se levantaba, se quedaba allí. Realmente yo sabía que eso no iba a pasar, porque así como ya puse en antecedentes a las cabronas, el Sensei con una horita de dormir la mona es suficiente.

Dicho y hecho, el Sensei se presentó en el comedor exactamente una hora después de acostarse, fresco como una rosa y apremiándome para que nos fuésemos a casa, no te jodeeeee.

Conclusión:

Desde ese día el Sensei ha pasado a ser Rambo, por no sentir las piernas y su poder de recuperación.
El Media-leche se quedó a dormir allí tirado como una colilla su Santa se piró ella sola a casa.
El Príncipe de Beckelar y MPB se marcharon de allí como a las 6 de la madrugada (conducía ella).
La Single que tenía intención de quedarse a dormir allí, tuvo que dormir en el sillón (media casa estaba tomada por los idiotas).
A MaMaMapache y PaPáMapache nos los llevamos nosotros en el coche (conducía yo).
PaPáMapache ni pestañeaba, como si la cosa no fuese con él. A ese no le tumba nadie.
Cinco lavados le costó a la anfitriona dejar decente el mantel bueno de hilo.

Nota a tener en cuenta para próximos saraos [no dejarles que se sienten todos juntos, esconder las cartas de póker y las botellas (todas), ah y dato importante, poner manteles de papel desechable].

4 comentarios:

  1. Buenísimoooo!!!! que grandes son este tipo de homenajes alcoholicos jajajaj me estoy partiendo de risa con los personajes!!!

    Muy astuta la Single inmortalizando el momento, aunque pagaría por ver la cara que se le quedó a la anfitriona con el mantel...

    ResponderEliminar
  2. He dejado leer esto al Sensei, corrección obligatoria que me ha pedido que publique. No fue una botella de Jack, fueron dos.... más todo lo demás.

    ResponderEliminar
  3. El pulpo que hace clac se ha enterado de tu comentario con 10 días de retraso. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Papamapache y una servidora (MAMAMAPACHE) no pudimos evitar las lágrimas de risa al leer este post y recordar aquella memorable fiesta que parecía sacada de una película americana de los 80 sobre teenegers en plena explosión etílica.
    Ante la imagen que la dueña del blog emite sobre "la familia mapache" no nos queda otra que amenazarla....ya te pillaremos ya...y entonces no habrá cubo rosa que te salve...besotes

    ResponderEliminar