viernes, 27 de enero de 2012

La Red

Estoy empezando a rozar la absurdez. No sólo me embarqué en  esto de los blogs sino que no contenta con eso y bien sabidos los problemas que tuve con los enlaces infernales y demás misterios de la red, ahora voy y me embarco en eso a lo que llaman Twitter.

Servidora que es un poco “catacaldos” me he creado una cuenta chula, he conseguido poner el Gadget en el blog y ¿ahora qué? Pues nada, tengo un “bonico pajarico” en mi móvil pero no sé qué diablos hacer con eso.

No sé si el PIO PIO, es de uno hacia otro o de otro hacia uno, cuando he intentado responder, en lugar de eso he retwitteado y así hasta el infinito y más allá.

Sirvan todas estas aclaraciones, aparte de para hacer algo de publi a mi PIO PIO , para poner de manifiesto que estoy conectada a todas esas cosas que no sé cómo usar. Que tengo un carajal cojonudo (con perdón) con las claves, los usuarios, los perfiles y demás zarandajas.

Cuando llego al curro, en la clave del ordenador pongo la de itunes, en el cajero me sorprendo poniendo la clave de usuario de la empresa, cuando marco el PIN de desbloquear el móvil, pongo el nº de la seguridad social de mi difunto abuelo y así una y otra vez. El usuario de “caralibro” con la clave de Gmail, el usuario del blog con la clave del control parental del mando a distancia. Puffff no puedo más, esto de la tecnología va a acabar conmigo.

Si es que nos complicamos mucho la existencia, bueno algunos, otros ya llevan en su código genético el gen de la tecnología bien remarcadito y entre asteriscos. Esos son, sin contar a los gafapasta, nuestras criaturas infantes, que no infames criaturas (que se parece pero no es lo mismo).

Es ver un móvil y no solamente saben si es táctil o no. Saben cómo entrar en los juegos, saben cómo descargar juegos (que manda webs, en mi móvil anterior tuve que capar el acceso a internet cuando en la última factura me pegaron un estacazo del copón bendito por el uso de E-mocion que desde luego el único que hizo uso de ello fue NiñoNinja).

Saben cómo cambiar el sonido del teléfono, saben entrar en la apps del CLAN y jugar con el Angry Birds. Manejan los móviles de última generación como si en lugar de un pan hubiesen nacido con un iPhone o un iPad debajo del brazo.

Estudian informática en los colegios desde infantil.

Mama, me ha dicho la teacher que el CD-ROOM que venía con el libro de inglés es para que lo dejemos en casa y que podemos practicar con los juegos. Ah y si enciendes el ordenador Mami (esto era peloteo) también podemos ver el nuevo episodio de los Claners en RTVEBARRACLANPUNTOES (citado textualmente, me lo dijo el otro día).

Por la tanto, no es de extrañar que con ese vocabulario que ya les viene de serie, esa cantidad de cachivaches que cada vez están más presentes en nuestros hogares, nosotros que pecados de ingenuos les dejamos el móvil, del iPhone,  el iPad  o una página del explorer abierta en el ordenador y cuando te das cuenta o te lo devuelven, te han cambiado el sonido del móvil, tienes 400 twitter nuevos a los que estas siguiendo no sabes cómo, te ha cambiado la configuración de la IP y te ha abierto el puerto 8080 del router en remoto desde el teléfono y no entiendes muy bien porqué en la pantalla ahora aparece un logotipo del FBI y un mensaje que dice que has accedido de forma ilegal a su base de datos ¡que miedito madre! y han enseñado a los abuelos a usar el DVD para que les pongan los cantajuegos.

Para aquellos que nos paseábamos por los locos 80´s, escuchando en un radiocasette a Cyndi Lauper, Spandau Ballet, Duran Duran … que llevábamos esas hombreras y esos flequillos cardados nuestro único referente con la tecnología, era el peasso invento  que fue el llamado Spectrum.

Ese cacharro de 8 bits que había que conectar a la tele y que nos tenia absolutamente enganchados al archiconocido juego del “muro”. Si hombre, sí … aquel juego de una barra en la parte inferior de la pantalla y un muro de ladrillos de colorines que había que ir derribando con la pelotita… si hombre, ese que hizo que te tuvieses que poner mechas rubias como los de  Wham! porque perdiste la apuesta con tu primo Germán que decía era capaz de llegar al nivel 43….

Ese era todo nuestro referente con la tecnología.

Está biennnn, decían que por California andaban desde hace unos años unos tipos raros, gafapasta seguro, que estaban cacharreando con unos ordenadores de fabricación casera, que otros andaban intentando crear computadoras (jejeje) cada vez más potentes e incluso tipos listos que viendo que las computadoras (jejeje) en breve serian más potentes, necesitarían  programas que las gestionase a las mil maravillas. Pero todo eso, nos quedaba un poco lejos.

Nosotros éramos felices con nuestro Spectrum, nuestro AMSTRAD que a diferencia del Spectrum ya llevaba integrado el casette para las casettes que hacían las veces de soporte de almacenamiento o donde estaban cargados los juegos, ese fue el mío, ese fue mi primer cacharro con el que línea a línea me curre en Basic un juego tonto que hizo las delicias de mi madre. El muro, jejeje le encantaba.

Así trascurría nuestra existencia no tecnológica.

Ahora sin embargo tenemos móviles con los que puedes conectarte a la lavadora de casa para que se ponga en marcha una hora antes de llegar tu y que para cuando llegues esté todo lavadito  y listo para tender y sin además sin muchas arrugas. No como en mi caso, que si tengo que poner una lavadora de las de “quehayprisaquehayprisa” la dejo puesta cuando me voy a currar y cuando vuelvo me la encuentro, lavada eso sí, pero más arrugada que una folclórica que no tenga cita anual con el cirujano.

Sistemas de aspiración centralizada, mire Ud. que me gusta a mi esa idea. Eso de apretar un botón irte de casa y que se aspire todo a modo minitornado. Las pelusas asesinas que en mi casa cuando desaparecen queda un extraño ecoooooooo, la mascota agarrada con uñas y dientes al quicio de la puerta de la cocina (que imagen más cómica tengo en este momento en la mente) y cuando vuelves tienes todo limpio y en perfecto estado de revista, bueno, todo menos el gato que tienes que rescatarlo del depósito de pelusas del superaspirador. Bueno, no es exactamente así lo de la aspiración centralizada, pero tiene su gracia.

Los miniseres casi pensantes han nacido en una generación en la que tienen infinidad de cacharros que les harán la vida más sencilla, a ellos claro está, porque lo que es a los adultos que no tenemos el gen tecnológico de serie, ya solo pensar en un enlace infernal para el blog se me pone el pelopatras. Aunque claro, si de lo que se trata es de evolucionar y reciclarse… voy a ello.

Está claro, el futuro es de ellos y nosotros solo podemos reciclarnos con las tecnologías, al igual que ha hecho AbuNinja que sorprendentemente el otro día me pidió el móvil para jugar a su tan querido y añorado “muro”.


Conclusión:

En mi próxima vida quiero reencarnarme en miniser casi pensante con muchos gadget a mi disposición.
Quiero tener un mando a distancia en casa con el que poder subir y bajar las persianas.
Aplaudir y que se encienda  o apaguen las luces de la casa.
Tener un frigorífico que me diga qué está a punto de caducar y qué hace falta comprar.
Un sistema de aspiración centralizada que no se coma a la mascota.
Un móvil con el que poder calentar la taza de café.
Un coche que cuando me siente a conducirlo detecte mi peso, mi altura y regule el asiento sólo para mí.
Unos cristales superpolarizados y megavitaminados en las gafas que impida que me queda cegata con las largas del coche volador que va delante mío.
Un sistema de descargas legales de películas a modo de videoclub que funcione como el Santo Creador manda, porque desde luego los que en este momento funcionan en nuestra querida tierra patria, deja mucho que desear, el último estreno es Memorias de África, que ya me dirán Uds. para mí que esa no es de la hornada de las navidades pasadas.
Ahhh y unos padres torpes a los que chulear para comprar muchos juegos de pago para el móvil.

Todo esto es una reflexión absurda como lo es una Servidora, porque a mí lo que realmente me gustaría es poder volver a esos años en los que los miniseres jugaban con las chapas, las canicas, una caja de cartón, pintaban con acuarelas, jugaban al rescate, al balón prisionero  y desde luego daban la turra a sus padres para que le comprasen un WALKMAN®. Señores y Señoras, en nuestras manos esta que nuestros miniseres no se vuelvan seres 2.0 que sólo se comuniquen por el Whatsapp y que su forma de relacionarse con otros seres no sea el “caralibro”.

He dicho…….

7 comentarios:

  1. Oye, te acabo de descubrir y me encantas, a mi blogroll YA!!!
    Ah! y eres de las mías, yo tampoco controlaba al pájaro, ahora un poco más
    #apoquitoapoco ;P

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    1. Gracias por pasarte por aquí, por comentar y por el blogroll. Me paso por el tuyo. Bienvenida

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  2. Yo también he abierto una cuenta en Twitter, y no sé que más hay que hacer... Deberían mandar un libro de instrucciones, porque soy torpe, torpe, torpe...

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    1. Jejeje si claro, pero total para lo que nos sirven los libros de instrucciones. Venir vienen, pero eso de leerlos... "atención no desconecte el aparato antes de apretar el botón de pausa" y se oye ese comentario de fondo "mierda, mierda, ya me he cargado otra lavadora sin estrenar....porque no leeré las instrucciones antes"

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  3. Totalmente de acuerdo, hay que ponerse las pilas que los miniseres pisan fuerte!!! dile a NIÑONINJA que si quiere ser mi yerno se plantee muy seriamente que no le voy a dejar wassup-ear con PEQUEMAPACHE...no por nada...que los MAPACHES siempre hemos sido muy clásicos...así que ya lo sabes, nada de quedar por facebook, twiter, o demás...que aparezca en casa con ramo de flores incluido para pedirle permiso a PAPAMAPACHE para salir a pasear...SNIFF que inocencia con 40!!!!

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