lunes, 30 de abril de 2012

La Niñera

Soy hermana, soy hija, soy madre y también soy tííía.

Soy tííía de dos ecobiosobrinos, el mayor de 22 meses y el pequeño de casi 6. Más majos ellos, más buenos, más risueños, más buenos, ah ya lo había dicho pero lo repito, más buenos…  NiñoNinja les adora, bueno como es evidente más al mayor, ya empieza a interactuar con él y claro eso le hace ganar puntos. Con el ecobiopequeño, no pasa de acercarse a él, darle un beso, hacerle alguna cucamona y poco más.

Mamá, es que no sabe jugar con los coches y mi Lego no se lo puedo dejar, porque se puede comer algún trozo y se atraganta.

Muy sensato o que quizás, el tener que compartir las cosas con un tercero como que el asunto no le motiva mucho. Me temo que no tendrá otra que compartir con el ecobiomayor y con el pequeño. Chaval… es lo que hay y más vale que te vayas dando cuenta de ello cuando antes.

Como soy tííía, estoy encantada de quedarme con los “ecobios”. La verdad sea dicha, hasta la fecha no he tenido muchas oportunidades de ejercer de tííía niñera, pero este fin de semana me he estrenado.

Ecobiohermana  y ecobiocuñado tenían bodorrio y siendo tarde como era tan magno evento, los “ecobiosobrinos” no irían a acompañarles en ese peregrinar de coche, iglesia, coche, banquete, coche….

Pues bien, sábado por la mañana una Servidora sale de casa con un petate bajo el brazo que contenía entre otras cosas, pijama, zapatillas, cepillo de dientes, cremita para la cara, una muda limpia, una camiseta extra y un pantaloncillo chandalero para estar cómoda  y mi Reader. Todo ello junto con un montón de ilusión y una buena dosis de optimismo.

Meto mi petate en el maletero de mi coche junto con la bolsa con comida que AbuNinja llevaba (ella siempre lleva comida a nuestras casas), ah que no lo había dicho, pues sí, AbuNinja y una Servidora íbamos a estar en un mano a mano en esa situación. Ella no llevaba nada de lo que yo llevaba en mi petate, ella tiene instalado allí un campamento base y tiene todas esas cosas guardaditas en un armario para cuando ella va. Cosa que es a menudo, pero hasta la fecha no se había tenido que quedar una noche ella con los dos “ecobios” y de ahí que una Servidora cargada con sus aperos y marché con ella a hacer el quite a los que se iban de bodorrio.

Lo que quedaba de mañana para cuando nosotras llegamos, pasó sin pena ni gloria. Los niños comieron, el mayor se fue a dormir la siesta y su padre con él. Una hora después salió de la habitación con los ojos pegados, diciendo, ya, ya se ha dormido (quién? el niño? y tú? claro, jajaja). El pequeño hizo un poco la bolita y se durmió, poco, pero algo durmió.

Mientras tanto, mi ecobiohermana andaba por la casa preparándose, el pelo, Madre ese pelo… Ecobiohermana y una Servidora somos tan diferente que una Servidora tiene el pelo lacio y más lacio y ella lo tiene rizado y más rizado aún. Empezó a preocuparme el hecho que comentase con voz queda. ¿Dónde están mis rizos?. Estamos locos o qué, treinta y pico años renegando de rizos y ahora que tras los embarazos y partos parece que según entraba en paritorio además de parir le hacían un alisado japonés. Las hormonas, que son muy malas para el pelo, ha conseguido deshacer esos rizos que no lo conseguía ni el desrizador-afro que se tenía que hacer en sus años mozos. Para mí que la injesta de soja, de tantos productos ecológicos y el contacto con la levadura de panadero para hacer el pan en casa ha causado en ella un efecto alisador, digno del mejor de los peluqueros.

Con esa maña que sólo ella tiene para domar ese pelo, se hizo un recogido monísimo que adorno con una diademita preciosa color café con leche acabando en un adorno de tul y seda junto al recogido. Tras la sesión de peluquería comenzó la de maquillaje, esto sin gran mención, un maquillaje sencillo y discreto, toda las miradas tenían que ir hacia el vestido negro riguroso con un prendedor igual que el que llevaba en el pelo. Todo el conjunto era espectacular. Con una cartera de mano que hacia juego con los zapatos y por último,  esas medias, jajajajajajaja. Querida Ecobiohermana que horribles eran las medias que llevabas, eran espantosas, te la metió doblada la dependienta de los grandes almacenes británicos, jajaja. Por supuesto no dije esta boca es mía, pero la próxima vez, no le hagas ni puñetero caso a ese comentario de  “no, no se quedan de ese color, cuando se ponen y estiran son muy claritas  y casi ni se notan” JAJAJAJAJAJAJA.

Quitando ese pequeño detalle, estaba preciosa, como es ella, ha pasado por dos embarazos y tras perder algunos de los kilos ganados, continúa con un tipazo increíble que ella se empeño en esconder bajo una medias horribles jajaja. Ya, ya está bien.. no lo diré más…                                                                                                 MEDIAS HORRIBLES (y salgo corriendo). Sencilla a la par que elegante y discreta. En definitiva, estaba guapísima.

Mi ecobiocuñado como es de metabolismo lento, se tomaba las cosas con calma, con mucha calma, ya estaba mi ecobiohermana casi lista, cuando el aún no se había duchado. Él es asín, a su ritmito. Tras apremiarle un poco mi ecobiohermana “quieres ducharte de una jodida vez, que no vamos a llegar”, parece que se puso un poco las pilas y salían por la puerta a eso de las 18:30 h, sí, sí 18:30 h la ceremonia era a las 20:00h, vamos un poco más y se casan cerca de Vísperas en la hora Nona.

Ya a las 18:30 el ecobiomayor ya estaba por allí dando vueltas como una pequeña peonza, se había tomado la merienda y estaba haciendo de las suyas. La verdad, a esa edad salvo que tengas un NiñoNinja, lo único que reclamaba el infante era que le dibujase un Poyó (Pocoyó) y una Eli o Patoooo. La tííía que tiene el mismo sentido de las proporciones y la plasticidad que una zapatilla (ya sé a quién ha salido NiñoNinja en esto), se entretenía en dibujar algo similar a un Poyó, porque con Eli ni me atrevía, no me fuese a salir un dibu-porno con esa trompa rosa.

A todo esto al pequeño “ecobiosobrino” le llevaba enganchado a los brazos, al izquierdo para más señas desde hacia una hora y media, cada vez que intentaba dejarle en la hamaca, lloraba y lloraba y lloraba, he dicho que lloraba….

Sólo conseguíamos que se entretuviese cuando le enseñábamos el paquete de las toallitas que hacíamos sonar frente a él. Eso le duraba 2 ó 3 minutos, pasados los cuales, otra vez, a llorar…. Se calmaba un poco, curiosamente cuando le tenía en brazos, el izquierdo para más señas y si estaba de pie (yo, se entiende). En el momento que me sentaba.. otra vez a llorar….

Creo que se quiere dormir dijo la AbuNinja. Pues nada, vamos a ello, pero antes un bibi. Preparamos el bibi, con gran esmero y dedicación y ohhh sorpresa, te lo vas a comer tú debió de pensar el ecobio, pensar y ejecutar, porque por supuesto no se tomó nada más que 20 ml guarreros. Lo que tiene es sueño, dijo la AbuNinja, con esa sabiduría que sólo las Abus tienen. Pues nada, le ponemos a dormir. Oye una cosa… dejarle en la cuna y con doble tirabuzón carpado se puso en pie, saludo a las gradas y dijo que de dormir Riiiita. Pues nada, otra vez, me lo cargo al brazo izquierdo y comienzo el peregrinar de un sitio a otro, con el ecobio en brazos, del salón, a la cocina, de la cocina, a una habitación, de la habitación al salón, del salón al baño, del baño al armario del pasillo, del armario del pasillo al altillo del armario, del altillo del armario otra vez al salón, hasta el infinito y más allá….. y el ecobio que no se duerme, me encamino a la habitación de su hermano que estaba en semipenumbra tras el paso de la siesta y estando con él en brazos (izquierdo), llega la AbuNinja que ya no le oía llorar, para que le diese el parte ¿qué, se duerme o no?. Cuando de repente oímos al ecobiomayor gritar y llorar con voz in crescendo, corremos al salón con el ecobiopequeño en brazos y me encuentro al ecobiomayor con un coche rojo de Poyó con las ruedas en funcionamiento pegado a la cabeza como una peineta y con todo el pelo (rizos) metidos entre ruedas y maquinaria del coche. Me giro, entrego al ecobiopequeño a AbuNinja que estaba al borde del colapso, mientras no paraba de gritarme… Apaga esoooooooooooooo. Templo mis aminos y consigo apagar el interruptor que por supuesto estaba en la base del coche y esta pegada a la cabecita de mi sobrino. Con una maniobra digna de un prestidigitador apago el interruptor, me siento (me flaqueaban las piernas del susto por el grito), me acerco a ecobiosobrino y viendo como está el “percal”  le digo a AbuNinja,

Mamá trae las tijeras que tengo que cortar
Noooo, por Dios ¿cómo que hay que cortar? Con el ecobiopequeño en un brazo y con el libre y la mano sobre la cabeza a modo de tragedia griega, entre sollozos.
Mamá, que le tengo que cortar el pelo, no un dedo, que luego le vuelve a salir, o ¿le dejo el coche en la cabeza de adorno?

Inciso [ ecobiopequeño que no paraba de llorar como si le estuviésemos matando, y su hermano con el coche de Poyó pegado a la cabeza no decía esta boca es mía, después del susto inicial, me miraba a los ojos y le debí transmitir tranquilidad (que no tenía, estaba acojonada) porque me hacía caso a todo y salgo algún tironcillo que le di y le debió de doler no decía ni pío].

Enganche las ruedas con toda la fuerza que pude, tiré de ellas y conseguí hacer un poco de hueco entre cabeza, pelo y coche y poco a poco fui despegando el coche de la cabecita de mi sobrino.

Hija, por Dios.. menos mal que estabas tú aquí, si me pasa a mí esto estando yo sola con los dos, me muero aquí mismo.

Otro Inciso [casi me da a mí un tabardillo pero mostré entereza y buen temple y casi la convenzo de lo buena que soy solventando problemas de Poyós que brotan de las cabezas].

Pasado el Uccto (susto) como decía ecobiomayor, nos centramos en el pequeño, que en todo el tiempo que duró la amputación del mechón de pelo de su hermano, no paró de llorar, bueno, ni en ese momento ni en las dos horas previas ni en las posteriores. Nos tenía ya con cierta intranquilidad. No quería comer, no quería dormir, tenía fiebre, 38,06 h le dimos Apiretal  y pasado un rato la febrícula comenzó a remitir. Pero de dormir y comer...un huevo de pato….

Tras la cena del ecobiomayor (sin incidentes) y no volver a nombrar a Poyó en lo que quedaba de tarde/noche, Abu se fue a acostar al niño con un rizo menos y sin novedad en el frente se durmió como un bendito. Hora de dar la cena de ecobiopequeño, con gran esfuerzo y paciencia conseguimos que se tomase 100 ml de bibi, le acosté en su cuna y se marche sin mirar atrás y ohhh sorpresa… se durmió.

Aprovechamos Abu y una Servidora a cenar algo y a darnos una ronda de pirulas para el dolor de cabeza que teníamos en toloalto, nos dispusimos cada una en unos de los sillones y bajo unas mantitas esperábamos el devenir de los acontecimiento. Una horita y  media después el ecobiopequeño nos sacó de nuestro semiletargo a base de gritos y lloros. Y otra vez, el peregrinar de habitación en habitación con el bebé en brazos (izquierdo). Nada le calmaba, nada le consolaba, tras otro buen rato de paseos, miramos el biberón casi lleno y como no era plan de volver a calentarlo, le preparamos otro y nuevamente con gran paciencia y esfuerzo, se tomó la mitad, pero de dormir, Riiita.

Con él en brazos nos metimos en la cama de los ecobio, con él sobre mi brazo izquierdo y casi sentada en la cama, conseguí que se durmiese y tan pronto la respiración era más tranquila y pausaba me fui dejando escurrir para pasar a estar medio tumbada con él aun en brazos, fue el pequeño ecobio notar que me estaba aproximando a la horizontalidad y comenzar a llorar otra vez  y otra vez que su tííía niñera paso a estar nuevamente incorporada y el nuevamente a cerrar los ojos y una Servidora nuevamente a comenzar la maniobra de “escurrimiento” para nuevamente él despertarse. Así estuvimos un buen rato, entre risas y mucho sueño que nos traíamos entre Abu y una Servidora.

Está malino, no puede respirar… pero este es un listillo ….

Tras otro rato de sube y baja, conseguí que se quedase dormido en la cama entre Abu y una Servidora. A los veinte minutos escasos aparecieron por la puerta los progenitores, andando de puntillas con los zapatos en la mano. Para qué pensamos.. si aquí los únicos que están durmiendo son ecobiomayor y el coche de Poyó que fue desterrado bajo un sillón.

En fin, que fue una tarde/noche muy movidita pero aún así pude disfrutar de mis ecobiosobrinos ejerciendo como Niñera corta rizos.

Conclusión

El pijama no salió del petate, ¿para qué? Si no íbamos a dormir… El Reader pues tampoco, ni la crema de cara de la noche, ni naaa.

Tengo el brazo izquierdo con unas agujetas que no puedo con mi alma. Como una es previsora, decidió utilizar el brazo izquierdo para hacer el levantamiento de sobrino durante horas, pues soy diestra y ni era plan de quedarme inútil por las agujetas en los dos brazos, ni sé comer utilizando los dedos de los pies y mucho menos escribir.

Agradezco enormemente la confianza que mostraron hacia mí la familia “ecobio” pero la próxima vez que tenga que quedarme con los niños, antes les hago pasar un examen médico con certificado de buena salud y les incauto todos los coches Poyós que se enganchan en los rizos y dan Uccto.

Pero que tonterías son estas, la próxima vez volveré a estar encantada de quedarme con ellos,  aún con agujetas en los brazos o con ojeras hasta los tobillos por no haber pegado un ojo en toda la noche. Son mis ECOBIOSOBRINOS y les adoro. Y espero que no me guarden rencor cuando sean mayores, que el corte del rizo no sea una grieta en nuestra relación y que la cara de pocos amigos de una Servidora en  el momento de pérdida de la verticalidad con el peque en brazos no sea más que una anécdota a recordar cuando ya sean mayores.

7 comentarios:

  1. ¡Ay que risa, y qué cansancio leerte hija!!

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  2. Menuda nochecita!!!
    Yo tengo unas ganas locas de quedarme con algún sobri (de momento tengo dos, uno en camino y el otro comiéndose a su madre por la teta).
    Oye, y tengo una amiga que le pasa lo mismo que a tu hermana, sólo que a ella cada vez que le baja la regla...lo sabes porque los rizos se esfuman y de repente luce melenaza lisa...

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  3. Jajajjaja... me ha encantado tu explicación de la tarde con tus ecosobris... Y lo de las tijeras, el pelo y el coche... Jjajajaj... Sin lugar a dudas yo también te querría como niñera.
    Besos!

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    1. Por cierto, hace unos días te dejé un premio en mi blog por si te apetece recogerlo. Besos!

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  4. Menudo culebrón. Yo poco me encargo de sobris, me sobro con los míos.
    Es genial tu relato, y la verdad es que así contado no se como tienes ganas de más.

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  5. Jodor menuda nochecita que te dieron mientras los papis seguro que se tomaban unos copales fresquísimos... yo no tengo sobris pequeños pero me acuerdo cuando cuidaba a mi sobri, que aunque la noche fuera movidita lo haces encantada de la vida!!! Estás hecha toda una Señora Doubtfire!!!

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  6. Si no hay moco amarillo de Bob Sponja pegado por los azulejos del wc,la baby party no ha sido lo suficientemente molona.

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