jueves, 10 de mayo de 2012

Tormenta Blanca

Cuando llega esta época del año comienza lo que yo califico como la Tormenta Blanca. Con la llegada del buen tiempo aparecen por las calles oleadas de caminantes de una indumentaria difícil de calificar y cuanto menos extraña. Algunos van con abrigo y bufanda enganchados en el brazo, otros en camiseta de manga corta y algunas osadas incluso en camiseta de tirantes. Comienzan a desaparecer las medias, pantis, leotardos, leggins, pantalones de pana, tripa de animal en el que se embuten (algunas) las morcillejas,  reaparecen las faldas, las minifaldas, los cinturones anchos y el jersey largo que no llega a falda. Todo ello conjuntado con manoletinas, chanclas, zuecos y claro, el sumun de la comodidad con estas temperaturas, miniminimini falda con botas hasta la rodilla.

Tras esta caída de ropa, hasta la fecha escondidas bajo capas innumerables de prendas,  aparece esa tormenta blanca y esa reaparición de algo más de piel humana. Esa piel que asoma tímidamente desprovista de su coraza invernal, luce un radiante y casi transparente blanco nuclear. Si eres una de las afortunadas que vive en el Sur, igual te ha dado algo de luz en las rodillas, pero como una Servidora vive en una capital del interior (la Capital), hace meses que mis rodillas no asoman a la luz y así andamos, blancos desteñidos con cierto color a contaminación y tardamos de 2 a 3 semanas en armarnos de valor para dejar asomar algo más que no sean las orejas. Algunos improvisan solárium en el balcón de casa, con medio culo dentro de casa y medio fuera, con las piernas apoyadas en la barandilla y al Santo Creador pongo por testigo que lo único que se consigue con eso es un descoyuntamiento vertebral y enseñar el “parrús” a todo los caminantes que paseen bajo tu balcón. También puedes ponerte a modo de babero un poco de papel de aluminio que sostendrán de forma compulsiva durante varias horas al día para no conseguir nada, a excepción de un estupendas agujetas en los antebrazos al día siguiente. Otra opción es el autobronceador, pero como que no me convence, acabas de color raruno tirando a naranja y poco o nada favorecedor.

La opción más digna es ir a un establecimiento de rayos UVA a desterrar a base de fluorescentes tu propia blancura. Existen dos modelos de tratamiento, el nicho sandwichera y el de cabina telefónica. No me gustan ninguno de los dos, en el nicho sandwichera me siento como la teniente Ripley en Alien y la cabina es aún peor, me transformo en José Luis López Vázquez (sin tanto bigote), gritando al mundo que quiero salir de allí.
Pensándolo bien, la opción digna no es admitida con la crisis que tenemos en el País y en concreto en CasaNinja, por lo que he pedido al Sensei me fabrique una sandwichera de andar por casa. Me va a instalar en la mesa del comedor, bajo ella, unos tubos fluorescentes que teníamos por casa, a los que vamos a dar un baño de laca de bombillas de color azul. Colocada bajo la mesa del comedor, me iré tostando vuelta y vuelta, porque claro.. estaría feo pedir a las vecinas de debajo de casa que me dejen hacer una trampilla de metacrilato y que pongan esos mismos tubos fluorescentes teñidos en su techo.. Estaría feo, la verdad…. Eso sí, tengo que acordarme de retirarlos o desconectarlo cuando nos sentemos a comer en la mesa, no sea que por error accionemos el interruptor y nos churrasquemos las piernas después de dos horas de sobremesa y café. Dicho lo cual, iré morena a trozos, como los donuts que siempre tienen esa franja blanca bordeando los laterales.

No entiendo este tiempo de locos, ¿por qué nos hemos comido la primavera?, ¿qué pasa, sólo llega la primavera al Corte Inglés y el muy egoísta ha decidido no compartirla?. Quiero la primavera otra vez, quiero ir despojándome poco a poco de las capas y dar a mi cuerpo la posibilidad de aclimatarse sin sufrir un colapso. Quiero poder ir quitándome las medias, pantis, leotardos y leggins poco a poco y que mis pies aparezcan como pies, no como un amasijo de carne blancucha con dedos blancos cocidos, con las uñejas blanditas de todo el calor que pasan dentro de los zapatos y/o botas.

Si fuese poco a poco la transición, estoy segura que seriamos más previsores a la hora de vestirnos y salir a la calle. Si por casualidad no has visto la predicción del tiempo la noche anterior, te puedes encontrar con gente con paraguas, gente con chubasquero, uno en bermudas, otro con pantalón de forro polar, la abuela con la bufanda a modo de pasamontañas, la valiente con camisera de tirantas y botas hasta las rodillas sin medias, el tipo de la gabardina, el que lleva el perfecto traje y chaqueta quitada enganchada en la mano y colgada sobre el hombro como Raphael y su impoluta camisa de Ungaro con unas estupendas camacheras que desmerecen muy mucho la estampa.

Nuestros cuerpos no están acostumbrados a estos cambios tan bruscos. Para aquellas/os que vivimos en lugares en los cuales el lunes tenemos 9 grados y el martes 28, deberían hacernos juntas de dilatación como a los edificios, para que no nos salgan grietas y no se nos jodan los cimientos, que son muchos grados de diferencia y no hay cuerpo que aguante esto.

Conclusión

Este puente me marcho a PuebloNinja, para intentar ligar (moreno) sin tener que descoyuntarme en el balcón, sin tener que sufrir agujetas en los antebrazos, sin tener que pagar un riñón por los rayos UVA o no acabar pareciendo un donuts y sobre todo no parecerme a Naranjito.

Para cuando vuelva espero tener un ligero color tostado y poder enfrentarme a la desnudez pública de las rodillas sin ser una tormenta blanca más.

9 comentarios:

  1. Pues yo estoy orgullosa de ser blanca y más que lo tenía que haber estado, que por culpa de lucir tostado parezco un dálmata con tanta mancha.
    Disfruta guapa, por cierto, qué puente tenéis??
    Qué morro ;P
    #deprovincias

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    1. Hija por el amor del Santo Creador, es que una Servidora no es blanca, es radiante, jejeje. En verano en la playa luzco un color gambon que no te lo pudes imaginar, solo pido un sutil colorcillo para no parecer que bebo lejia ;-)

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    2. Si, me pillado el lunes de fiesta, aprovechando que el martes es la festividad de ese Santo Labrador. Por cierto, tenemos que hablar en petit comite, que este verano estare muy cerca de tu tierra

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  2. Querida mia, la época del destape estival es un despiporre absoluto... Ves tal mezcolanza por las calles que al final no sabes si vas como un Picasso, o si eres prima de Loles León... Por otra parte no te desesperes por los blancos nucleares de las pieles, porque se lleva el mal color, la mala cara y el aspecto de famélica.... A mi no me gusta especialmente, pero es que yo no sigo las modas ni muerta!!!! Que suerte!!!! Tienes pueblooooo!!! Eso si que me da envidia!!!! Un beso

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  3. Si... tenemos PuebloNinja. Puedes pasarte por mi archivo y leer el post "con la suerte de cara" para que leas algun detallito de el.

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  4. ¿Tendrás cara, Mara? Tu tienes pueblo querido donde pasas buena parte del verano. Yo en cambio no gusto de pueblo. Mal les pesa a mis hijos, que en cuanto llega un puente los amigos desaparecen porque se van al pueblo. Parece que todos son de pueblo aunque vivan en Madrid.
    Usa de cremas de pastillas y de lo que sea necesario. Sin más palabras: disfruta del puente y del sol de tu pueblo.

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  5. Que disfrutes... Yo no tengo pueblo pero creo que me voy a la playita (es para que a tí también te de un poco de envidia) Jjejejej... Pero es que mi piel es blanca (blanca, blanca) o si me paso 10 minutos al sol parezco una gamba así que no sé si me servirá ir a la playa.
    Que lo pases genial... otro puente! Ains, quien lo pillara!
    Besos!

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  6. las camacheras!!!!! te lo has inventado o lo has visto en algún blog de moda???? jaaaa!!! lo adopto.
    Yo empiezo a sudar en semana santa y no ceso hasta el pilar!!! mas que camacheras empapo hasta el traje.

    Playa: ya he decidido aprovechar mi condición de oso peludo y tomar el sol en camiseta, para pegarme tres horas y que no traspase mi capa peluda ni un rayo solar y encima me socarre las mollejas laterales carentes de pelo.

    Me pongo mi camiseta adopto moreno taxista y santas pascuas.

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    1. Me temo que el mérito del palabro “camacheras” no es mío. Es un término que acuño el Sensei (no sé si propio o adoptado). En cualquier caso no de un blog, que él es profano en la materia quizás pueda suponer que será por los innumerables partidos que ha visto al susodicho sudar la “camisa” como entrenador, que ya en su momento sudó la “camiseta”. Clara connotación futbolera y yo de fútbol lo justito para ver los partidos de la Roja y los clásicos de la liga :-)

      Lo de las mollejas laterales, jajaja me ha matado jajaja

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